16 de octubre de 2008

HAY QUE REFUNDAR A “EL SELECCIONADO”

Por Damián Zárate

Orellana nos colgó un aro que le tira de la oreja al DT Argentino. Y no porque es el natalicio numero mil de “le coco”, sino porque ese derechazo que levanto a todo el Nacional de Santiago es un nuevo llamador en esta carrera con obstáculos hacia Sudáfrica 2010.
Justo en ese año-horizonte en el cual se van a cumplir los 24 años de la última vez que tuvimos en nuestras manos como a un bebe La Copa del Mundo. Hoy los bebes, futbolísticamente hablando, somos nosotros. HAY QUE REFUNDAR A “EL SELECCIONADO”. Esto no quiere decir echar a Basile. Todo lo contrario. Este cambio lo deberá proponer él o de lo contrario si deberá dar un paso al costado.
No hay más concesiones. No hay más irremplazables y no hay más vedettes. Argentina jugo mal con y sin Riquelme, se mostro en blanco en negro con y sin Messi. No parecen ser los nombres propios la génesis del derrumbe del imperio futbolístico, sino la “no posibilidad” de darles un marco y un escenario acorde.
Se jugo con bajitos (Agüero, Messi y siguen las firmas), con altitos (Crespo, Cavenaghi, Denis, etc.), con peladitos (Verón y Ledesma) y con pelilargos (Tévez, Gago, Demichelis) y todos abonan a una mirada apocalíptica. Todos bajan su nivel jugando con la celeste y blanca (o con la azul alternativa)
El dato que mas hace ruido es la falta de carácter y la poca vergüenza deportiva de un puñado de jugadores mas preocupados por diálogos intrascendentes e internos que en una mancomunión en el campo de juego y fuera de el.


… Que los ecuatorianos se nos metieron atrás y no pudimos desarrollar nuestro maravilloso juego colectivo, que los brasileños se cuidaron en el Maracaná y que los tuvimos contra un arco, que los uruguayos nos pegaron durante todo el cotejo, que los colombianos son negros y que como había poca luz no los pudimos ver, que en quito hay altura y que en la paz la pelota no dobla… y el catalogo de excusas puede repetirse hasta la eternidad.
Sin autocrítica no hay profundización posible. Menos selección externa con marquesinas gigantes de los sponsor y más introspección.
Espejos en quien mirarse hay. Convoquemos ya nuestros campeones del mundo! pero para que trabajen en la mayor.
Basta de este histórico choque de egos entre el dueño del fútbol (Grondona) y el Dios Maradona. Diego vive en Ezeiza. Pidámosle que se mude un par de cuadras y que se interne en el lugar de entrenamiento del seleccionado. Si en algo es ejemplo Diego es en tener ganas de “jugar” para La Argentina. No solo haría docencia con futbolístas a los cuales les falta aprobar la materia selección, sino que seria la piedra fundacional de la reconciliación con los hinchas. Todos los que en los últimos años estuvieron en el monumental entienden esto. Los hinchas de la selección van al teatro. No cantan, no contagian y somos visitantes en el mismísimo monumental. ¿No es hora de llevar al seleccionado por los pueblos como un circo? No circo en forma despectiva sino desde la mirada de la revolución que generaba este espectáculo décadas atrás. El desembarco rompería con la coyuntura de esos pueblos ávidos de ver en vivo y en directo a los jugadores.
Hasta hoy a Basile no se le podía criticar a quien llamaba. Están los mejores. Ahora la pregunta es: ¿Precisamos a los mejores sin tantas ganas de jugar o pueden dar lo mismo o más tipos que jamás vistieron los colores nacionales y mueren por una convocatoria?
Tal vez ese sea el planteo mas profundo que nos debemos. Basta de los becados y los que creen que siempre van a estar. Hay que pegarles un sacudón y que crean que pueden no ir al mundial.
Que las vacaciones en punta del este le vengan bien a Basile y que todos arranque nuevamente desde el Kilómetro cero… desde ese cero que hoy nos califica.

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